If you are lost in translation

domingo, 29 de septiembre de 2013

Aun los hombres delgados

van al gimnasio. Etéreos efebos a los que sus progenitoras preguntan si han comido. Ellos dicen que van a ganar músculo, como si exhibir la severidad de sus líneas fuera un concurso. No tener barriga pasados los veinticinco es una ostentación de la geometría humana. Los hombres que apuestan o sufren por la fofez renacentista creen que si por azar de los dioses -Oh Iove- lloviese dentro del gimnasio podrían medir con el pluviómetro el agua estancada entre el esternón y el hombro de los hombres delgados.

2 comentarios:

  1. Hay bares donde se te quedan los pies pegados al suelo... Hay pubs donde el garrafón tiene nombres extranjeros... Hay discotecas donde el DJ hace la O con un préstamo... Y así nos va...

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