If you are lost in translation

miércoles, 14 de agosto de 2013

La piscina cubierta

es una simulación aséptica de la playa. A pesar del fondo descascarillado, el azul es más perfecto. El negro de los bañadores deportivos, el mismo que el de la joven de El Jarama. 
El cloro es a la piscina lo que los moluscos al mar. En el mar hay mujeres y hombres musculosos que comen moluscos, que exhiben democráticamente los recuerdos de sus peritonitis, cesáreas, arrepentimientos de tatuajes; que se ponen negros de espigón a roca, porque en la playa no hay carril de los lentos.

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